Respetamos la forma de entender el mundo de los niños, respetamos sus intereses, características y necesidades para ofrecer una respuesta educativa acorde a las mismas. Nos ponemos en su piel, utilizamos nuestro sentido común y damos todo nuestro amor.

Aprendizaje activo y vivencial

El niño es constructor de su propio aprendizaje y aprende explorando, imitando, observando, manipulando objetos, aprende por acierto y error, por imitación… Oturitos  es un lugar para aprender haciendo y aprender jugando.

Juego libre

Creemos en el juego espontáneo desde un acompañamiento no directivo. No debemos olvidar que el juego es la actividad natural del niño. Es él quien decide a qué quiere jugar, dónde, cómo y durante cuánto tiempo.

Esto le permite descubrir, experimentar, explorar, crear, y gracias a ello se descubre a sí mismo, desarrolla  su personalidad y autonomía, se adapta al mundo que le rodea y puede descargar tensiones.

Movimiento libre

Cuando el niño se mueve libremente de forma autónoma se favorece en él el descubrimiento de sus propias capacidades, la utilización de sus propias adquisiciones y el aprendizaje a partir de sus propios fracasos y logros.

Lo único que tiene que hacer el adulto es ofrecerle un ambiente seguro y sin peligros para que el niño pueda desarrollarse a su ritmo sin forzar el desarrollo inconcluso de cada etapa acelerando la siguiente.

Ambiente preparado

El ambiente del centro está creado por y para los niños, es un ambiente seguro en el que poder desenvolverse.

Autonomía

Se fomenta la autonomía del niño dejándole actuar desde un acompañamiento seguro.

Libertad

No debemos olvidar que la libertad de uno mismo termina donde empieza la libertad del otro. Si un niño se siente libre podrá descubrir realidades, ver hasta dónde puede llegar y hacerse responsable de sus decisiones.

 Individualidad

Cada niño es único y diferente y tiene sus propios ritmos de aprendizaje. Todos aprendemos de todos y todos aceptamos a todos. Los juicios y las etiquetas se quedan fuera, encorsetan y limitan el potencial.

El adulto es el acompañante del niño

Acompañamos al niño mientras juega, le ofrecemos la seguridad que necesita, tanto emocional como física e intervenimos cuando es necesario: cuando peligra su seguridad, cuando proponemos una actividad, cuando nos necesitan, cuando comunicamos límites o cuando recordamos las normas.

Límites

Los niños pueden moverse libremente por el ambiente y jugar a lo que más les interesa según sus intereses, gustos y necesidades, pero dentro de unos límites que el adulto tiene que establecer de forma clara y respetuosa.

Los  límites son muy necesarios, generan seguridad, pero unos límites bien planteados y con un sentido que los niños puedan asimilar y comprender.

De la mano con la familia

Las familias formáis parte de Oturitos, esta es vuestra casa y podéis permanecer en ella el tiempo que consideréis necesario.

El equilibrio entre el hogar y la escuela es fundamental e iremos de la mano desde el principio hasta el final.

El juego es el modo de acercarse al mundo, de descubrirlo, de explorarlo, de sentirlo, de comprenderlo…

Es muy importante contar con un espacio para que el niño improvise y sea capaz de crear sus propios juegos. Por ello disponemos de un espacio adaptado a ellos y de unos materiales elegidos cuidadosamente.

El movimiento libre

Beneficios:

  • Permite que el niño tenga un desarrollo físico y emocional adecuado. Si no permitimos que el niño se mueva, o si lo hacemos pero forzando su postura, podríamos estar perjudicando su musculatura y a nivel emocional podríamos causarle frustración e inseguridad al ver que no consigue alcanzar las posturas que el adulto le “exige”.
  • Facilita que el niño sea más independiente: el niño se desplaza por el ambiente explorando y manipulando lo que él desea.
  • Refuerza su autoconfianza: gracias a la autonomía que va consiguiendo aumenta la confianza en sí mismo y en sus posibilidades. No necesita al adulto para trasladarse de un lugar a otro o para alcanzar los objetos que el adulto pone a su disposición. Él puede solo.
  • Permite que el niño logre una mayor coordinación, seguridad en sus capacidades, menos riesgo de sufrir accidentes y mayor consciencia de sus logros.
  • Permite que el niño explore su propio cuerpo, el espacio que lo rodea y su relación con él de forma reposada, guiada por él y no por nadie externo, siendo el niño dueño de sus tiempos.
  • Favorece la creación de un vínculo afectivo que permita al niño/a sentirse seguro y tranquilo con la persona adulta.

El juego libre

Beneficios:

  • Logra que el niño participe e interactúe con el mundo que le rodea. Consigue que el niño aprenda a relacionarse con los demás.
  • Favorece que el niño aprenda a tomar decisiones y a resolver conflictos. Ayuda al niño a ser consciente de todas las posibilidades que tiene.
  • Facilita que el niño aprenda a descubrir sus propios intereses y a concentrarse de lleno en los temas que le apasionan.
  • Enseña a compartir, a negociar y a trabajar en equipo.
  • Permite a los niños utilizar su creatividad y desarrollar su imaginación. Invita al niño a comunicar sus experiencias y sus descubrimientos. Es un canal de expresión y descarga de sentimientos, positivos y negativos, ayudando al equilibrio emocional.
  • Descubre las capacidades cognitivas y motrices del niño ya que usa el cuerpo y la mente.
  • Ayuda a los niños a crear y explorar un mundo dirigido por ellos mismos, manejando sus temores y practicando roles de adultos.
  • Es importante para el desarrollo sano del cerebro.
  • Y lo más importante, el juego libre les ofrece la posibilidad de vivir con alegría y de crear hermosos recuerdos para la edad adulta; les hace felices y plenos.